“La educación problematizadora no es una fijación reaccionaria, es futuro revolucionario. De ahí que sea profética y, como tal, esperanzada. De ahí que corresponda a la condición de los hombres como seres históricos y a su historicidad. De ahí que se identifique con ellos como seres más allá de sí mismos, como “proyectos”; como seres que caminan hacia adelante, que miran al frente; como seres a quienes la inmovilidad amenaza de muerte; para quienes el mirar hacia atrás no debe ser una forma nostálgica de querer volver sino una mejor manera de conocer lo que está siendo, para construir mejor el futuro. De ahí que se identifique con el movimiento permanente en que se encuentran inscritos los hombres, como seres que se saben inconclusos; movimiento que es histórico y que tiene su punto de partida, su sujeto y su objetivo.”
P. Freire, Pedagogía del oprimido, Siglo XXI, México, 2005, p.98.
EStimado Julián: Muy dignas de ser tenidas en cuenta estas palabras del maestro Freire, que destacan la necesidad de historizar y criticar lo que se nos ofrece como algo dado. De hecho, los únicos argumentos que oigo últimamente en la pedagogía española tienden a lo contrario, a consagrar lo dado en el llamado en Europa "Plan Bolonia", sin más autoridad que la de algo fáctico en la que todos los políticos están sospechosamente de acuerdo. Esto es grave, ya que puede implicar el final de la pedagogía como saber crítico y reflexivo a partir de la praxis educativa. Disciplinas como la teoría o la filosofía de la educación son acusadas de no estar dentro de esta corriente reaccionaria que confunde lo práctico con la consagración de lo dado y sin más perspectiva histórica que las leyes y políticas que triunfan en la actualidad.
ResponderEliminarUn cordial saludo,
Marcos Santos