EN TRÁNSITO
Siempre estoy en tránsito.
La muerte me saluda con sus frías manos.
Su mirada redacta la forma en que escribo,
como si tratase de salvarse en mis palabras,
pero descubro su juego interminable:
su encanto es su destino:
envolverme en sus brazos;
y su venganza comienza
ahí donde me hereda la vida.
Duele este abismo entre la muerte y la vida.
Duele tu desnudez
cuando no encontró puerto seguro,
cuando la voz se anega en ti para florecer.
Duele asumir esta angustia con tus solos fantasmas,
duele este lenguaje proyectado, inconcluso,
esta noche extraviada,
estos pasos, asesinos de sus hijos.
Siempre estoy yendo,
inventando argumentos para resguardarme,
soportando la simpleza cotidiana,
queriendo trascender en la infinitud del verso.
Jugando a ser poeta,
construyendo horizontes.
Acude la nada a mi silencio…
Intento andar de otra manera…
Escribirme con otra tinta venidera…
Julián González
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