jueves, 17 de septiembre de 2009

Fragmentos de Henry Miller:

Les comparto unas reconfortantes palabras de Henry Miller. Son textos que me vuelven soportable tanta "normalidad" en el mundo y tanta gente "normal".

Los fragmentos de Miller me recuerdan aquella clasificación de personas que hace Raskolnikov: "Creo sólo en mi idea fundamental, consistente en que los hombres, conforme a las leyes de la naturaleza, se dividen, en general, en dos categorías: una inferior, la de los hombres ordinarios, que existen únicamente como materiales que sirven para la procreación de seres semejantes a ellos, y la otra, la de los individuos que han recibido el don o el talento de pronunciar en su medio una palabra nueva. (...) La primera categoría es siempre dueña del presente; la segunda lo es del porvenir. Los primeros conservan el mundo y lo aumentan numéricamente; los segundos lo mueven y lo conducen a un fin." (F. Dostoievski, Crimen y Castigo).

Bueno, ahora sí, los dejo con Henry Miller:

“Si de vez en cuando encontramos páginas que explotan, páginas que hieren y estigmatizan, que arrancan gemidos, lágrimas y maldiciones, sabed que proceden de UN HOMBRE ARRINCONADO, un hombre al que las únicas defensas que le quedan son sus palabras y sus palabras son siempre más resistentes que EL PESO YACENTE Y APLASTANTE DEL MUNDO, más resistentes que todos los potros y ruedas de tormento que los cobardes inventan para manchar el milagro de la personalidad.”


“Cuando pienso que la tarea implícita que el artista se asigna es la de derrocar los valores existentes, convertir el caos que lo rodea en UN ORDEN PROPIO, sembrar rivalidad y fermento para que, mediante la liberación emocional, se pueda DEVOLVER LA VIDA A LOS MUERTOS, entonces es cuando corro hacia los grandes e imperfectos, su confusión me alimenta, su tartamudez es música divina para mis oídos.”

Henry Miller, Trópico de cáncer.

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